Si nos
abstraemos de la bella imagen heraclitana, filmada con un celular que funciona
a leña, el sonido del agua correteando puede remitir a uno de esos vídeos (de cuadro
congelado con luna llena, paisaje irreal de encanto, soporífero, y extensiones sonoras que pueden llegar a
tener diez, doce y hasta quince horas, tiembla Warhol) con los que la New Age (abundante en
nuestras zonas serranas) bombardea parte de los sentidos con el fin de
apaciguarlos. Que luego lo logre o no es otro cantar (del río) pero un@ ,a
priori, quiere confiar en las buenas intenciones, o al menos dormir
plácidamente, claro, botón de muestra de lo que realmente importa, y que tiene
que ver con lo esencial.
imagen: ngs