miércoles, 30 de junio de 2021

Oliverio invernal

Juguemos a las adivinanzas. La pregunta: ¿qué es lo que motiva hoy en día a una editorial mega plus ultra independiente y argentina a permanecer activa y activando? Juguemos a adivinar, durante estos pocos minutos de lectura que habrá a continuación, por qué un espacio hacedor de libros egregios (nos tuvimos y nos tenemos fe), o de libros muy buenos (entendemos ciertos defectos como parte del progreso), se sostiene gracias al aire y la pesca o la lluvia de nuestros y nuestras autores y participantes.

El año pasado, y hasta que se demuestre lo contrario, fuimos la primera editorial en el mundo en abrir sus puertas durante este episodio global del covid 19. Durante los larguísimos meses de esa cuarentena tan inolvidable como perjudicial, acompañamos a un montón de gente con nuestro grano de arena poético, otros granos y semillas que intentaban dar cuenta de lo que estaba sucediendo. La información de los medios de desinformación masiva era (y continúa siendo) excesiva, alarmante, descomunal. Así las cosas intentamos, como entomólogos o magos (algunos muy formados, otros que se fueron haciendo al andar) separar aquellos granos de la inmensa paja (con o sin connotaciones, usted decida) para luego apartar el núcleo, aquel magma, la epifanía de cada semilla pulida, y luego publicarla y difundirla hacia una cantidad muy considerable de lectores y lectoras.

Junto a la editorial Sátira y Musa y al Colectivo Cultural Los Verdes Platónicos, que el año pasado, y este año también, reunió y continúa reuniendo a esa maravillosa e imponente tribu que nos trajo a Los Verdes Paralelos, más de un centenar de personas (consagradas, afamadas, con inmensa experiencia o inéditas) colaboraron y siguen colaborando en este proyecto utópico y altruista, pero que brinda y concreta, permanentemente.

Vivimos todos en el mismo planeta. Y tenemos todos y todas las mismas necesidades. La salvedad, si se puede enunciar así, el detalle, es que aquí no hay dinero, nunca. No lo recibimos, ninguna institución o gobierno o entidad o lo que fuere o fuese nos ayuda, nadie nos da nada y continuamos sin pedir absolutamente nada. De hecho, no son pocas las ocasiones en las que algún integrante de esta Comunidad termina poniendo capital de su bolsillo, siempre austero, para sostener este Proyecto, este remar en el dulce de leche (tan argentino como eterno) que tan alegremente puede llevar a pensar que el Arte y la Cultura ni siquiera son merecedores del agradecimiento de varios y varias de sus interlocutores e interlocutoras.

Pasen y vean, damas y caballeros, pasen y lean el Inmenso Trabajo que aquí se viene haciendo. Es menester aportar que entendemos los trajines diarios de todas y todos porque también los vivimos. Entendemos el escaso tiempo que habilita al apuro, esa misma celeridad que poco interpela a los meandros infinitos que ofrecen los paisajes serenos. Siendo, como somos, devotos de la resiliencia, podemos entender también la desesperanza y el hastío de las horas largas que nunca se acaban. Pero es allí, amigas, amigos, y esto es una cariñosa invitación, en donde hay un lugar que propone reflexionar sobre lo hecho, lo que se está haciendo. Pasen, vean, lean este blog de Oliverio, el blog de Los Verdes Platónicos, el de Los Verdes Paralelos, el de la editorial Sátira y Musa, los espacios extendidos en otras redes sociales. Todos (no hay ¨casi¨ que valga) los textos son inéditos, todas las imágenes (pinturas, ilustraciones, fotografías, videos) pertenecen a las trayectorias de los y las participantes del Colectivo, de la Comunidad, aprecien, amigas, amigos, las traducciones impecables a otros idiomas, la temática especializada de plumas tan reconocidas que provienen de la literatura, el cine, la música, las artes visuales,  el teatro... observe con lupa los diseños gráficos que se fueron haciendo día a día, en medio del inmenso caos y la incertidumbre, obras originales, siempre distintas. Hay voces de otros mundos, voces que cruzan los charcos y océanos, voces tan nuestras, familiares, cercanas, voces que estampan y dan vuelo a los ecos de esta época.

Hoy es la mitad exacta de este 2021 (en ¨realidad¨, y según los puristas de Crono, es mañana, primero de julio, pero aquí siempre fuimos un poquito rebeldes y subterráneos) y estamos decidiendo algunas cosas, girar hacia otros rumbos, ampliar, tal vez, y aún más, nuevos horizontes. O detenernos, también, a leer y paladear algún fragmento, siempre escrito desde un color extraño, aquel que puede nacer entre las sombras de un sol de invierno *

 


Editorial Oliverio / Editorial Sátira y Musa

Colectivo Cultural Los Verdes Platónicos & Paralelos

 

*Publicado hoy en el blog de la Editorial Oliverio

oliverioeditorial.blogspot.com


jueves, 24 de junio de 2021

Doble o nada, Éxito en Madrid

                                                                                  

Si estás por Madrid, o habitando el rincón de España que más te abriga durante este verano, o boyando en algún lugar de Europa y aledaños (Turquía, las Canarias, por citar un par de ejemplos) no dudes en ir a ver, presenciar, apreciar esta maravillosa obra de teatro que hoy es un Éxito dentro de la renovada escena madrileña

Si estás en algún lugar de Sudamérica y a punto ,o casi, de viajar hacia aquel continente, pues eso, luego del aterrizaje podrás despegar hacia las alturas excelsas de la Dramaturgia con esta obra impecable, pero tan humana



Podes leer más  acerca de ¨Doble o Nada ¨  acá:

https://losverdessonlosverdes.blogspot.com/2019/06/doble-o-nada-el-valor-de-una-apuesta_30.html

https://losverdessonlosverdes.blogspot.com/2021/04/doble-o-nada-renace-en-madrid_30.html


miércoles, 23 de junio de 2021

Invierno y Litoral

Por saberme una mujer definitivamente melancólica, no tendría que haber aceptado la invitación. Salí, dirigida hacia donde se inaugura Dorrego. Mi calle nace en el río. En el camino ya iba recopilando armaduras para el alma: cielo, nubes, árboles despojados (impedidos de dar cobijo al ave) , melodías tarareadas bajo la tela que últimamente esconde la mitad de la cara. Iba convocando, al cruzar, en cada esquina, un ejército de seres salvadores que oficien de antídoto y me hagan levitar por entre la muchedumbre. Y obviando en la mirada, las reuniones, risotadas, arrumacos, cochecitos, pares, tríos, me dejé seducir por esa hora. Sola para mí, estando sola.

 Y entonces pude ver mundos que sólo se me mostraban cuál si fuera una elegida, una heroína…de la soledad. Nadie estremeciéndose ante ese horizonte generoso que vibraba las notas del Adaggietto de la 5ta de Mahler. Ya nada debía buscar, mi estupidez estaba disculpada, al fin. Todo había sido creado hoy. Sólo habilitar ese encuentro entre lo que bulle dentro y lo que se me regala sin por qué, capturar ese firmamento a bocanadas, inspirarlo para que sea savia. Todo tiene un clímax, un momento punzante en la escalada. He de volver mañana, lo más pura posible de afecciones, con todo el torbellino, mis sombras, soledades, a respirar el Paraná de este invierno.

 

Crónica y foto (inédit@s): Cecilia Tagliarini*

*Cantante, productora, coordinadora de El Trocadero, cooperativa y mercado solidario

Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos


lunes, 21 de junio de 2021

La Era de Acuario y La Gran Mutación (tercera parte)

Es hora de hacernos amigos, amigas, de la amada oscuridad, de lo oculto, de lo que se encuentra,  no en lo que conocemos o nos han enseñado a repetir, sino en los parámetros de medición de la energía, que es muy concreta: frecuencia, vibración y resonancia. Así, se podrá apreciar el corazón de las cosas, en todo, dar sentido, trascendencia, ese estar presente como fuente y pozo, el más profundo del poder creativo que reside en nosotros.

El cambio, no para fingir que todo está bien y rellenar sentimientos, sino para girar la rueda y enfrentar el monstruo externo, pero en especial el interno. Eso que arde adentro no es un accidente, es nuestro aliado, es hora de ver aquello que se prefería no ver, hora de salir del escondite, con nuestras notables imperfecciones, defectos y errores, sentir el alivio, retumbe y derrumbe de la evitación, distracción, evasión y, rendidos, dejar de mirar hacia otro lado.

Puede que nuestra “inteligencia” no nos libre de nada, que el impulso más rápido no acelere ningún proceso, o frene las mareas, los sismos o cualquier tipo de catástrofes, pero es necesario dejar de huir del miedo. Es momento de hacernos el tiempo para recibir los regalos de nuestra Madre Tierra: Gaia. Es hora de celebrar el gran privilegio de estar encarnados en un cuerpo, de recobrar nuestros corazones vueltos hielo y abrirnos a lo que simplemente es.

El Arte, de dar y recibir desde esta intimidad, que es más colectiva que nunca y más humana también. Allí se encuentran los torrentes que van poco a poco, paso a paso, limpiando el dolor, insondables angustias, tanto malestar. Gentileza con nosotros mismos para movernos hacia nuestros cuerpos, para ahondar en las sombras propias y dejar de despilfarrar energía queriendo jugar el juego de otros. Practicar, de este modo, el sano desapego del drama mundial para dar forma a una nueva realidad y llevar la imaginación y sentido de juego a quienes nos rodean. Activar diariamente nuestro derecho a existir.

Hay abundantes evidencias para entender este momento histórico tan especial, de transacción, en el que somos todos actores principales que se irán manifestando al modo “rayo” que caracteriza a Acuario y su regente Urano. Podría decirse que en esta gran mutación, en este momento de nuevas y mejores bases y estructuras, hay una idea que debe desmenuzarse para soslayar el lenguaje lineal, literal y, sobre todo, entender que, más allá de que Acuario sea el signo del futuro, estamos en un proceso de recordar más que de seguir asimilando cosas sin sentido o con expectativas puestas a largo plazo. Está bastante claro que nuestros antiguos antepasados, esos adelantados a la época, esos que miraban el cielo, que hacían ceremonias, que bendecían el día y agradecían la noche eran, casi paradójicamente,  muy conscientes de esto y es también paradójico que muchos de nosotros, los humanos modernos, lo hayamos olvidado.


Texto (inédito): Natalia Martyn

Imagen (inédita): Analía Saharrea

Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos

 

jueves, 17 de junio de 2021

Copos

Hay un canto suave y una respuesta entre y a través de ese par de zorzales chiguancos. Está nevando. Uno es la primera vez que observa como caen los copos desde el cielo, el otro los contempló varias veces. Presagio de estación, anticipa, cuando aparece, dos cosas: un paréntesis blanco y amable, antídoto del caos. Y allí mismo la posibilidad de torcer el timón hacia nuevos horizontes.


Video / texto (inéditos): Nicolás García Sáez

Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos

 

martes, 15 de junio de 2021

Darte poética

Empuño versos como dedos, que se elevan y aterrizan al teclado, en letrada oscuridad. Envaso versos por docena y a veces alguno se rompe y se chorrea por debajo de la mesa. Envidio versos ovidianos, eliottianos, nerudianos (parrianos no, con ellos me voy de parranda y luego vuelvo a mi mesa, ya chorreada). Emplato versos convenientes, digeribles y aderezo ya una imagen desgastada, desgustada, degustada. Enluto versos dolientes, muy directos, muy desnudos. Versos pobrecitos, que no se rompen ni se envasan, que mantienen la ilusión de empollarse, deletreando oxígeno, bajo plumas inaudibles.

Versos locos que se creen pájaros, feúchas promesas que te ponen la piel de gallina y te crecen ingenuos, sobre carne de mujer. Y viven entre la caca, mientras tanto, y algún cacareo, esperando, esperando, para ser un día altazores de azotea, azorines azules o azulinos (como le oí decir a Borges) o versos nomás, versitos. Quién sabe...

Me dan pena, pero no me animo ni a dirigirles la retórica. Los dejo ahí, los abandono. Me sufren, nos sufrimos. Y así es la vida. O no. Así es aquel poema, mutilado (mutilado es una palabra fuerte, no es para tanto). Digamos mejor, promesa, aunque sea una promesa electoral. Digamos que el silencio nos elige.


Texto (inédito): Sandra Escames

Imagen (inédita): ngs

Desde Uruguay: Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos  


 

viernes, 11 de junio de 2021

Morcy Requena, esta noche, en El Buen Salvaje

Atención damas y caballeros: esta noche, en El Buen Salvaje, Morcy Requena (miembro fundador de La Cofradía de la Flor Solar, banda pionera y una de las grandes generadoras de nuestro Rock Nacional) toca junto al talentoso Claudio Brachetta, reconocido músico cuyano y de trayectoria impecable, con un trabajo que abarca géneros variopintos. Sintonizad, nos dice Morcy, Verde Platónico Honorario que nos ha honrado con sus anécdotas algunos meses atrás.

 El Buen Salvaje, hoy, a las 20.30 horas, FM 90.1 de Radio Andina.

 

Imagen: Cortesía Morcy Requena

Podés leer más sobre Morcy acá:

https://losverdessonlosverdes.blogspot.com/2020/12/la-vida-en-comunidad-dialogo-reportaje.html


 

domingo, 6 de junio de 2021

Apremio

En medio de una nebulosa mental y aletargado el pensamiento, solo se permite esquivar la finitud, tan devaluada, tan negada hasta que suena una alarma imprevisible… y tan previsible como la del reloj que te arranca del sueño donde todo es posible, sin pausas y sin contradicciones.

Hoy, expectante la vida, como puede se defiende, en medio de luces y sombras punitivas y salvajes. Conjeturas, certezas, dudas que doblegan el pulso, ganarle al tiempo para un plus más…de tiempo. Indefensos y arrastrados a quedarse de un lado o de otro, ¿de eso se trata?  Se castiga la ignorancia y es tan exótica la verdad, ella juega a la escondida, devenir de la imperfección, espejo de aparente novedad que el Universo nos devuelve cada tanto, para lidiar con él, siendo parte.

 La tragedia ha turbado al adversario, sutil se sumerge en ambos lados. Lo más íntimo y concreto no tiene nada de nuevo, irrumpir por sorpresa y, en el mejor de los casos, la serenidad alterada devuelve otra mirada. La frágil armonía solo está de paso.

Fragmentos de mundos desparramados, corredores de batallas y amores se confunden en el fastidio, matices de incertidumbre que se extienden inextinguibles para conmover a la fraternidad. Acertar en el apremio creador, para no olvidar la letra, cuando la escena pierde el elenco estable, justo allí, al comienzo del último acto.    

 La bella y delicada comunión entre las manos retiene el agua escurridiza. Gotas de instantes que se caen en el sonido virulento del cauce entre las piedras, alcanzan a soñar algún porvenir en su trayecto. Cubiertas del musgo helado, alba u ocaso despiertan al crepúsculo cuando el silencio ha ganado, contratiempos de un invierno a cielo abierto.


 De aquí saldremos mejores y más fuertes.

                                                                                                         

Texto (inédito): Silvia Chaher

Foto (inédita): Analía Saharrea

Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos


 

jueves, 3 de junio de 2021

Prólogo de ¨Cinco crónicas americanas y un viaje a la Luna¨ majestuosa y deliciosamente traducido a la lengua de Agatha Christie y Keith Moon

I have had the good fortune to know many places. Too many, maybe. As a traveler, as an immigrant and as a journalist, working for newspapers, magazines, airlines and tourist offices here and there. I have been surprised, I have loved, I have felt nostalgia devouring my insides as I succumbed to the charm of endless landscapes. In this way, desolate, tremulous, sad but also ignited, I was able to contemplate   sublime sunrises and sunsets which ruminated between nightfall and marvel. Today, established and a bit more serene, I am writing to you from here, a silent, strange place. 

 Among these comings and goings nothing has surprised me more than the moon, or the different moons which the only one comprises, sumptuous and suspended between the heavens of every American sky.  For the moon, you might not know, shines in that continent like nowhere else. Needless to say, I am not referring to what the dimmest North Americans proclaim from the rooftops with such gusto to be “their” continent. According to many of them (this is common knowledge but I clarify it just in case) “America” is what lies between the Bravo river and the Canadian border. The rest is a mass of civilized ice where French is spoken, to the north, and a wild backyard to the south, where Spanish is spoken. A patio used for dumping useless scraps and, now and then, rummaging through it to see if they find anything worth salvaging. 

It is necessary for me to state that this is not the typical diatribe by the Latin brother from the Big Fatherland who hates Uncle Sam. I have not had the pleasure of meeting the old man in the top hat, with the dirty look, cautionary forefinger, satirized, inevitably, beyond the stars, so American. I love jazz, funky (in fact, I started to play the saxophone at 15 because I was, and still am, a fan of James Brown), two or three beats, Pollock, Basquiat, Breaking Bad, Sundance films and  a couple of other things. Even in this select rosary of intense journeys and disjointed moods that I will present below, and that I was able to experience before setting off on the journey that brought me here, you will be able to read an article about a very important city in that country, a place as chaotic as it is extraordinary which has the power to intimidate the moon with its neon lights and make it shine in that desert so vast, mysterious and close, like in very few other places in the world.  It is the first article that I will present. The other four destinations which I have chosen and recalled, among other things, because of the different impressions I got of the same moon while I observed it from each of them, belong to Latin America (that which includes that gigantic community, so kind and warm, which can be synonyms, can’t they?) South America, or to put it simply, yes, why not? the first, the real one, everyone’s America.

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He tenido la suerte de conocer muchos lugares. Tal vez demasiados. Como viajero, como inmigrante y como cronista, trabajando para diarios, revistas, líneas aéreas y oficinas de turismo de aquí y de allá. Me he sorprendido, he amado, he sentido la nostalgia devorándome las entrañas mientras caía rendido ante el encanto de infinidad de paisajes. De este modo, desolado, trémulo, triste pero también encendido, pude contemplar amaneceres excelsos y atardeceres que rumiaban entre el ocaso y la maravilla. Hoy, establecido y un poco más sereno, les escribo desde aquí, un lugar silencioso y extraño.


Entre estas idas y vueltas nada me ha sorprendido tanto como la luna, o las diferentes lunas que hacen a la única, suntuosa y suspendida entre el firmamento de todos los cielos americanos. Porque la luna, tal vez no lo sepan, luce en ese continente como en ningún otro lado. De más está decir que no me refiero a lo que los estadounidenses más obtusos proclaman, tan gustosos y a los cuatro vientos, con tal imperial atrevimiento, como “su” continente. Según muchos de ellos (esto sí que ya es muy sabido, pero aclaro, por si oscurece) “América” es lo que está entre el río Bravo y la frontera canadiense. El resto es una masa de hielo civilizado en donde se habla francés, al norte, y un patio trasero y salvaje , al sur, en el que se habla castellano. Un patio utilizado para arrojar los restos que no sirven y, de vez en cuando, ir hasta allí a revolver todo y ver si encuentran algo que valga la pena.


Es menester que les comunique que ésta no es la típica perorata del hermano latino de la Patria Grande que odia al tío Sam. No tuve el gusto de conocer al viejo de la galera, mirada turbia, dedito conminatorio, satirizado, era inevitable, hasta más allá de las estrellas, tan americanas. Me encanta el jazz, el funky (de hecho comencé a tocar el saxofón a los 15 años porque era y sigo siendo fan de James Brown), dos o tres beats, Pollock, Basquiat, Breaking Bad, las pelis del Sundance y algunas cosas más. Incluso en este selecto rosario de intensos periplos y de estados de ánimo desunidos que a continuación les presento, y que pude experimentar antes de emprender el viaje que me trajo hasta aquí, podrán leer una crónica sobre una ciudad muy importante de ese país, un lugar tan caótico como extraordinario que tiene el poder de intimidar a la luna con sus neones y hacer que luzca, en ese desierto tan vasto, misterioso y cercano, como en pocos lugares del mundo. Es la primera crónica que les presento. Los otros cuatro destinos, que he elegido y recordado, entre otras cosas, por las diferentes impresiones que me causó esa misma luna mientras la observaba desde cada uno de ellos, pertenecen a la América Latina (aquella que incluye a esa comunidad gigantesca, tan amable y caliente, que pueden ser sinónimos, o no) la América del Sur, Sudamérica, o simplemente, si, ¿por qué no?, la primera, la verdadera, la América de todos.


Prólogo: Nicolás García Sáez

Traducción al inglés (inédita): Cecilia Cartwright

Imagen: ¨Diagrama de la astronomía¨ / Adapt: M. Rimba. S. Camileri

Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos


martes, 1 de junio de 2021

Cortometraje Verde, Paralelo y Platónico



Video & texto: Nicolás García Sáez

Edición: Camila Higuera

Desde Córdoba y Nueva York:

 Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos