martes, 28 de noviembre de 2023

Bradbury

 

Nicolás García Sáez

Anoche soñé con Ray Bradbury.

Mi admiración siempre fue muy grande. He leído sus libros más célebres, textos no tan reconocidos, algunas entrevistas que le hicieron por aquí y por allá.

 Tuve el inmenso honor de conocerlo, intercambiar algunas palabras con él, hacerle fotos en la Feria del Libro de Buenos Aires mientras daba su conferencia y transpiraba frente a una gran cantidad de público que se había abarrotado para admirar al mejor escritor de ciencia ficción de estos últimos siglos.

Mientras hablaba, el mago de Illinois manifestó su deseo de viajar a Marte por medio de sus cenizas, las cuales serían depositadas en una lata de sopa Campbells. Interesante. Sobre todo si se tiene en cuenta su status de escritor pop, sensible, híper afable, sencillo y muy complejo a la vez, una suerte de Nostradamus alternativo, durante décadas, hasta su consagración, su  alcance masivo, diletante más o menos moderado de épocas recientes que predijo, como muy pocos (Orwell, Huxley) algunos inventos que hoy son de inmensa utilidad: los auriculares, autos que se manejan solos, los cajeros automáticos, la inteligencia artificial, los e-books y etcétera.

Además de haber conversado unos gloriosos minutos con él y de haber podido inmortalizar unas cuantas imágenes de su figura, pude obtener un par de autógrafos que estampó, sin dilación ni divismo, sobre mis ejemplares muy gastados de ¨Crónicas marcianas¨ y ¨Fahrenheit 451¨. Estos libros creería que hoy y ahora no te los cambio ni por un dúplex frente a la playa más pipi cucú de la Polinesia, pero si me gustaría brindar al distinguido público el anuncio de la posibilidad de acceder a las copias seriadas, una edición limitada de las planchas de contacto que registran minuciosamente las secuencias de sus charlas en tierras porteñas. El trueque es en pesos u obra de arte de tu autoría (bien elaborada, por favor), las planchas van con mi sello y un dibujito de regalo  


Texto (inédito) y plancha de contacto: Nicolás García Sáez

www.nicolasgarciasaez.com / Novedades

Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos


viernes, 17 de noviembre de 2023

Contra Goliats


 

Contra Goliats / Editorial Sátira y Musa

Guillermo Soppe / Cecilia Galeano / Nicolás García Sáez / Maristella Svampa / Jorge Palant / Carina Ponieman


https://satiraymusaeditora.blogspot.com

Ajedrez para educar /Beneficios de enseñar este juego a los niños

Ser padres es una experiencia única y educar a los hijos implica enfrentar diferentes desafíos que pueden ir desde la gestión de las emociones hasta la estimulación del desarrollo cognitivo, entre muchos otros. En este viaje, descubrí que el juego de ajedrez se convierte en una herramienta valiosa que va más allá de un simple pasatiempo, ofreciendo beneficios significativos.

El ajedrez fomenta el pensamiento estratégico desde temprana edad. Los niños aprenden a planificar movimientos, a anticipar las consecuencias de sus decisiones y a adaptarse a situaciones cambiantes, habilidades que son extrapolables a la vida cotidiana. Se estimula el desarrollo cognitivo, y este juego puede ayudar a mejorar las habilidades matemáticas mientras cuentan movimientos y se practica la lógica y el razonamiento en cada partida. Otro punto importante es el fomento de la paciencia y la concentración, aprenden a esperar su turno y administrar el tiempo cuando al juego se le agrega el reloj. Se aprende también a ganar y a perder con gracia, porque si pierdo y aprendo, entonces estoy ganando experiencia.  Es una gran herramienta en el mundo de la crianza, donde cada movimiento en el tablero se traduce en un paso más hacia el desarrollo integral de los hijos.

 

Texto (inédito): Laura Chiavetta

Foto (inédita): LVP

Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos

 

sábado, 11 de noviembre de 2023

Adelanto audiovisual Verdeplatónico



Video y edición (inéditos): Nicolás García Sáez

Valpo

El  Pacífico, desde arriba, se ve majestuoso, la ciudad y su gente me cuentan mil historias sin contar.

Bajo el cerro y me pierdo en esos pasillos llenos de dibujos y graffitis que hablan de sueños y utopías que a veces se lleva el mar.

Las escaleras parecen no tener fin. Aparezco en el puerto, delante de una vidriera salida de noches con bruma y olor a comidas guardadas en la memoria.

Una figura vaporosa prepara frutos del Pacifico.

Valparaíso la tierra natal de mi padre.

Me siento como en casa.

 

Texto y foto (inéditos): María Paz German

Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos

 

Potrerillos (fragmento)

Vamos por un camino lleno de curvas y contracurvas. De esos que te hacen pensar que a la señalización de las rutas argentinas le haría falta inventar un cartel de "cuidado con la belleza ". El cordón del Plata recién nevado, el atardecer que explota de colores, radiante por donde se lo mire. Qué le hace la luz al agua amansada del dique. Qué le hace esa luz a la nieve salvaje de las cimas, cómo impacta en la nube. Las repercusiones de todo esto, en el espejo de agua ferozmente amansada del dique.

Para colmo, el camino está bordeado de casa-casita-rancho-palacio, de barro piedra y madera, cada una con sus detallitos que hubieran hecho las delicias de Tesla y de Gaudi. Otra forma de belleza.

 Y por si todo esto fuera poco, cóndores. A esos drones almados los inventó la madre tierra, se nota que les encanta volar por esos cielos. Desde ahí otean en qué andan estos monos locos que se autoperciben sapiens. Conversan a lo cóndor.

-Andan hundiendo el pueblo con un muro, quieren domar al río. Qué va a ser de esa gente que se queda con el nido bajo el agua...

-Andan levantando sus nidos de nuevo, con barro, piedra y palitos, como corresponde…

-Andan alborotados con los tambores, la Danza de la Indignación y de la Fiesta de Estar Vivos. Todo junto en simultáneo…

-Bichos raros. Lo de siempre, sintetiza la volada un cóndor viejo.

 II

 Lo de siempre. Donde falla el estado, está la creatividad pobladora llenando el hueco. En una de esas curvas y contracurvas hay un mural que dice "La cordillera, qué linda está ". Y cómo no estar de acuerdo con eso, con el cordón del Plata recién nevado de fondo.

"Potrerillos, Área Ambiental Protegida", sigue el mural con un dibujo de dos cerros marrones con los picos nevados, un cielo que va del rojo al oro de atardecer que explota, y un cóndor en pleno vuelo. No está el dique en el logo. Sí está la ordenanza municipal con su número, del año 2011. Y el sello de identidad de la Asamblea de Potrerillos, que es una gota de agua con una pluma de cóndor, y una especie de electrocardiograma, o perfil del cordón del Plata, no sé si hay diferencia, lo que sí sé es lo que hace latir a un corazón en Potre.

Esta vez no es un cinema paradiso, sino una suerte de gran nido de hornero, con sus hermosas vigas de madera expuestas, el que nos envuelve con su magia. Una lujosa edición de Cosmos, de Carl Sagan, brilla en el estante. Tapas negras con letras de oro, recordándome el punto donde comprendo y comparto la codicia como parte de la condición humana. La Tierra de la Luna,  se llama este lugar tan potre, que para más similitudes con el paraíso, encima  ofrece helados y cerveza, todo artesanal. 

-Faltan sillas- es la frase que más se escucha en toda la noche. Más gente viene, más logísticos salen a pedir sillas por los alrededores.

Abre la Asamblea, cuenta sus trabajos y sus días. Que básicamente consisten en poner en valor y tratar que se respete la ordenanza de Área Ambiental Protegida; en un municipio que, del 2011 a esta parte, no se ha dignado a reglamentar, ni a implementar, ni asignarle un presupuesto decente.

Más tarde, en el debate, los adultos estábamos empantanados en si es político o no es político poner nombres de qué actor o actriz de tal o cuál partido de una democracia de la que nadie duda que prácticamente todas las opciones tienen la misma política: reventar cerros y secar la tierra para hacer guita. De repente…

-¿Y con el fracking qué hacemos? ¿si vuelve el fracking con el agua, qué pasaría? ¿la explotaría?- clavó una vocecita impertinente la pregunta más pertinente de la noche. Silencio adulto, mezcla de orgullo colectivo porque un enano, que no sé si junta diez primaveras, ya esté tan enterado. Y de no saber ni qué ni cómo responderle. Todos los grillos de Potrerillos se colaron en ese instante.

Por suerte, otro peque nos sacó del apuro:

-Y claro, sin agua explota todo- sintetiza la criatura. Esa volada por la que se suele decir: silencio de pasó un ángel.

 La pregunta del niño impertinente es tan pertinente porque, quien no ha visto, por ejemplo, al transitar la ruta nueva, ese cerro partido a la mitad, como si fuera una porción de torta. De un color rojo intenso, con vetas grises. Bueno, esas vetas son capas y capas de rocas de esquisto, que contienen pequeñas burbujas de gas y petróleo no convencional, precisamente en las que se utiliza la técnica del fracking.

No es ningún secreto, esa misma formación, que por momentos aflora en la superficie, por momentos se hunde en la tierra, y continúa hasta Uspallata, ya era conocida por los jesuitas, que tiraban la roca entera al fuego de la Fundición. Algo muy impresionante de ver, las rocas se prenden fuego. No tanto como ver que se prende fuego el agua de la canilla, por supuesto, pero esas capas geológicas también tienen sus capas fascinantes de historia humana encima.

Ya eran codiciadas por Carlos Fader, quien en 1886 funda, con Emilio Civit, la Compañía de Petróleo Argentina, y hace las primeras perforaciones en el cerro Cacheuta. De esos años también data la primera deuda que contrajo la provincia ( cinco millones de pesos-oro), la gobernación de don Óseas Guiñazú, y el primer oleoducto de Sudamérica.

Poco les duró el castillo de naipes: en dos días de febrero del 1900, un aluvión se lleva puesta la infraestructura, y Mendoza se queda sin agua potable. Para remediarlo, después, un subcontratista los tima, fracasan y quiebran. Cuenta el libro "Cien años de vida mendocina, edición por el centenario del diario Los Andes", que entonces un tal Jacinto Álvarez "cancela la deuda externa de la provincia, e inicia los estudios para aprovechar las aguas del río Blanco, las de mejor calidad aunque fueran más costosas que extraerlas directamente del río Mendoza: se prioriza la pureza de esas aguas, que aún hoy bebemos".

 

Crónica y foto (inéditos): Eugenia Segura*

 *Poeta, publicó lo libros La  traición de Sarah Kay, Herencia china, El silencio que rompen,  Jugar con tiempo y Fondo blanco

 Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos