jueves, 29 de noviembre de 2018

Catherine Biquard y su comentario acerca de la interpretación de ¨24 horas con mi Álter Ego y mi Súper Yo¨, de Nicolás García Sáez


    Hace un mes cayó en mis manos "24 horas con mi Álter Ego y mi Súper Yo", la obra de teatro recientemente publicada por Nicolás García Sáez. El título me pareció ─y me sigue pareciendo─ sugerente, provocador. Comencé a leer la obra y, al llegar al último acto, el vigésimo cuarto, supe que quería interpretarla. Formo parte, al igual que Nicolás, del numeroso, intenso y siempre tan lúdico Colectivo Los Verdes: allí todos nos dedicamos a disciplinas que tienen que ver con el Arte, la Cultura, y me pareció una buena idea organizar junto a ellos y la editorial Sátira y Musa una interpretación en mi casa. Para no estar tan "desarmada" la leí sola, tres veces y en voz alta, antes de hacerlo frente al público. Cada vez que la leía me interesaba más, iban apareciendo matices de los personajes, sus tremendas dudas íntimas y burlescas. Qué coraje. La obra cobraba vida propia y yo, que la seguía fascinada, sentía a mi alrededor un cúmulo de espejos infinitos en el que cada tanto dialogaban ecos remotos de Copi con Beckett, de Pinter con Pirandello, y sus obras a las que, me entero luego, es asiduo el autor. El domingo 25 de noviembre hicimos "La Función". Fue muy placentero recorrer los diálogos del Yo, con el Álter Ego y el Súper Yo y unos invitados de la órbita psicoanalítica totalmente desacralizada que hicieron reír y emocionar a los concurrentes, un público profuso, heterogéneo, muy receptivo y con una energía general y circundante que era exquisita. Celebro que en estos tiempos tan difíciles sucedan este tipo de cosas.