lunes, 22 de abril de 2024

Cielo roto

Camina hasta la mitad del túnel, cierra los ojos y siente el olor a sangre.

Lo sabían, esa calle los conducía al final. Hay dos murallas, la primera está gastada, la segunda la protege, son diferentes y se pueden cruzar. En el medio, los ladrillos se lavan, los murales interpelan, los rituales se hacen danza. Cierra los ojos.

Hay una tercera, la muralla invisible, tallada en la memoria de los que quedaron en las plazas con sus nombres cambiados, en los campanarios sin campanas. Las veredas son las calles, las banderas, la señal. Cierra los ojos. Las fotos que brillan son del monumento.

En la otra esquina están veladas. Se juntaban a hurtadillas, nadie los miraba. Allí, el pozo de flores, donde cayeron todos los besos.

 


Desde Cartagena de Indias, Colombia, texto e imagen (inéditos): Silvia Chaher

Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos