Llegar al DF, México, es siempre un torbellino de abrazos y palabras que se desbordan en un atropello esperado.
Me gusta perderme por
barrios nuevos, a veces lo de perderme es literal. Como siempre, en esta época
el sol de las 11 am es tibio y acompaña gratamente la caminata. Me dirijo hacia
la colonia Buena Vista, dónde se encuentra la biblioteca José Vasconcelos, la
más grande del DF. Al llegar, me recibe una magnífica construcción de
arquitectura contemporánea, construida en
acero, concreto, mármol, granito, madera y vidrio.
En su interior hay más de
600.000 libros dispuestos en siete pisos, la luz natural que entra por los
grandes ventanales hace de esto un espectáculo impactante. Siete pisos de miles
de letras y saberes están a la mano de cualquier alma curiosa.
Siguiendo el recorrido
visito el Museo Universidad del Chopo, otro edificio magnífico de estilo
Jugendstil alemán, dedicado al arte contemporáneo. Una de las
muestras (la que más me llama la atención) es del artista visual, poeta y
cineasta Fernando Sampietro mexicano, hijo de refugiados
de la guerra civil española.
Luego, hago una analogía con la biblioteca y con otros monumentos y
museos y pienso cuanta grandeza hay en este país, en el territorio, en su
cultura, colores, sabores y también de grandeza humana al haber albergado a lo
largo del tiempo a miles de ciudadanos de todo el mundo.
Desde el DF, México, texto y foto (inéditos): María Paz German
Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos