¿Y en qué momento alguien puede considerarse un isleño? Vaya uno a saber. Hay historias antiquísimas que, junto a la flora y fauna, pertenecen a los primeros habitantes de estas tierras. La Naturaleza reacciona y va improvisando, los resultados suelen ser interesantes. Luego el ser humano va decidiendo qué camino tomar. Hay luces y sombras, como la vida misma, hay espacios abandonados, en la metáfora, en la realidad. El agua avanza o retrocede, hay viento o calma, la marea viene, va. Y así, siempre.
© Nicolás García Sáez
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