Estoy sentada en el muelle, mirando el río marrón, denso y caprichoso,
que sube y baja sin respiro. Aquí aprovecho el silencio para zambullirme en
esta obra clave y contemporánea.
¨Como la lava leve¨ es uno de los últimos poemarios publicados por Nicolás García Sáez. Ya estoy inmersa en
este otro flujo incesante de palabras. Llegar al punto final para empezar a
leerlo otra vez. Un libro que se conforma por un solo poema-río (poema y rio)
en donde cadencia, tono, ritmo, sumados a un mundo propio de imágenes, captan
toda mi atención, el autor nos invita a hacerlo, hay un imán irresistible allí
adentro, se lee, pero también se acompaña en el nado, que incluye las aguas del
invierno.
A fines de este
agosto / De un invierno nublado / Pongo la cabeza bajo el agua / Para volver a
sentir / La experiencia del verano / La pública pileta / Con agua de vertiente
/ Mágica & magnífica.
Uno nada, se desliza
en el agua, vuela / Como la lava leve acaricia / El volcán / Como la lava leve
que besa…*
No puedo parar, las palabras me llevan, en cada brazada hay un nuevo
poema, mínimo o extenso. El autor es un apasionado de
la natación y aquí nos confirma que vuela mientras su cuerpo permanece dentro
del agua. Y en ese vaivén, a veces a favor, otras en contra, como en una corriente
de penas y alegrías, nos vemos navegando al infinito, transportados
mágicamente a un inmenso viaje personal, desbordante de recuerdos, de una
infancia cálida junto a los padres y hermanos y primos y muchos perros y tardes
de juegos.
Y leo y nado junto a la
adolescencia aventurera, la música junto a su inseparable saxofón. Me conmueven
los primeros besos de grandes amores y sueños utópicos, como el hilarante deseo
de ser padre de unos mellizos brasileros. El agua como hilo conductor, el agua
helada de la sierra cordobesa, el agua como abrigo, cómo una gran metáfora, una
gran invitación a explorar nuestros sentidos de la mano de la poesía. Allí encuentro
la semilla de todos los viajes que estaban por venir. El autor fue un destacado
cronista free lance, un trotamundos que escribió e hizo imágenes para medios
gráficos, instituciones y líneas aéreas. Y así, mientras nada y vuela, en ese
fluir de pensamientos y emociones sin pausa, nos lleva de viaje, cientos de
viajes cercanos, lejanos, remotos, conocidos e ignotos, una suerte de búsqueda
interior que devienen, al fin y al cabo, en el anhelo de quietud.
Texto (inédito): María Paz German
Fragmento del poema*: Como la lava leve
Imagen: Editorial Oliverio
Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos