¿Y qué atributos está esperando La Tierra de sus habitantes,
nosotros, que un poco la rondamos alrededor y otro poco la queremos acariciar
en su superficie? Se atisba una invitación a la elegancia, las sutilezas,
siempre la introspección. Colaborar y cooperar con el proceso mismo. Colaboradores
conectados, aunque el viento no deje de golpear. ¿Conectados, con qué? Pues
mínimo con oírte respirar. Para poder dejar de explicarnos los silencios. O
quizás resignificarlos. Que valientes esos silencios llenos de sol, maduración
y capacidad de hacernos sentir un poco más vivos.
Quizás despertar empieza a ser otra cosa, una oportunidad para mostrarnos un poco diferentes, cada noche, mediante el ingreso hacia la verdad más profunda ¿Qué saben las arenas del pasado? Sabemos que nos está doliendo el ego y sin embargo nos llenamos los ojos de un “ ¿yo te he visto antes?”. Las personas transformadas suavizan su visión del mundo, lo vuelven más habitable.
Texto (inédito): Ruth Moratilla Sanz
Imagen (inédita): Nicolás García Sáez
Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos