El Sol en la
Décima Casa, personificado por la
política, los líderes, el ¨poder¨, los gobiernos… casa, a su vez, de Capricornio
(signo opuesto a Cáncer, en el que reside confinada la Luna) evidencia que esta
inversión, técnicamente denominada dentro de las dignidades astrológicas como “luna
en exilio”, ha contribuido al bajo desarrollo de la población y/o a una
población que no crece. La poca población en simetría (o asimetría) con
respecto a lo extenso del territorio, se reafirma con la posición de Saturno
(en Acuario). Saturno que, en su relación con la anatomía humana, tiene correspondencia
con todas las piezas óseas, la composición de las estructuras
(huesos-esqueleto) además de las partes duras del cuerpo (dientes, uñas, etc.),
llevado a lo psicológico, es afín a este “esqueleto-estructura-cimientos” que
compone la psiquis humana (individual y colectiva).
El planeta Saturno,
vivo representante del orden, del trabajo paciente y responsable, gran precursor del paso a paso… no es casual
que se presente tiránicamente mediante límites y restricciones, ocasionando fuertes
crisis y derrumbes para luego instruir que “el alma sabe, lo que el ego se
esmera incansablemente en negar”. Saturno en Acuario, signo al que rige (además
de Capricornio), justamente se encuentra en el sector del mapa que incorpora las áreas más nobles y legítimas
(además de los procesos creativos, la expansión, el goce, lo lúdico), la casa de
“los niños de un país”, los nacimientos y su tasa de natalidad. Y si bien no
existen aquí aspectos discordantes de Saturno (con el Sol), no obstante sí los
hay con la luna, lo que permite marcar estas inclinaciones. Tan solo es preciso
reparar en que toda Europa cabe en el territorio argentino. La población de nuestro
país ronda los 45 millones de habitantes, mientras que países mucho más pequeños cuentan con 70 u 80
millones. De todas maneras, estos indicativos pueden entenderse (si existieran cifras
de natalidad equivalente a los demás territorios) como un detrimento en la “calidad
de vida” de la población.
El Fondo Cielo (donde
se encuentra la luna argentina) se relaciona, con las raíces, el origen, el
hogar y con “las tierras del país”. La oposición (sol-luna) refleja, en este eje, el
obstinado conflicto con los territorios, la pérdida de los mismos y las
distintas guerras posteriores a la independencia que registran estos quebrantos.
Ahora bien, por arriba del ascendente (Libra) tenemos al planeta Marte en Leo,
signo perteneciente al elemento fuego en donde Ares, el guerrero, dios de las
luchas y las batallas… ¡está exaltado! Esto
sucede en la zona pertinente a las instituciones, las amistades, el trabajo en
equipo (dentro del país y con el resto del mundo) y si bien tiene aspectos “armónicos”
con el Sol, es cierto que la preponderancia de todo lo marcial ha sido marcada
por este dominio, que a lo largo de la Historia se manifestó raudamente con la reñida
y arbitraria intervención militar. Marte, en la carta de una nación,
personifica el ejército, las fuerzas armadas, la policía, la defensa militar, las
luchas, los enfrentamientos, las disputas… parte significativa en el marco de
la Historia Argentina. Asimismo, la descomunal fluctuación en el siglo XX, en
los que hubo por momentos un gobierno democrático y a los pocos años un
gobierno militar , alternándose el poder de forma “súbita” y nada orgánica,
está sellada por estos aspectos. Aquí, si bien no se puede hablar de una cabal oposición
Marte-Saturno, se puede ver la resistencia en ambos casos, que implica el estar
en veredas enfrentadas, marcando fuleros, turbios tintes y acicalando encubiertos
cambalaches para no manchar (demasiado) de sangre las “normalidades”
arregladas. Entretanto, el perecedero pueblo, hincado siempre con “las cosas
que pasan”, avanzando con pasitos emocionales… ¡firme! aunque siempre a la
deriva o, en el peor de los casos, jugando para el rival. Emplazamientos que deschaban
la intensidad (marte en Leo) mal empleada en donde lo importante es correr el
riesgo cuando les conviene y luego justificarlo con elevados discursos
puritanos. Con un sol en Cáncer, es cierto que bucear en aguas profundas no es
algo extremadamente extraño, sin embargo, puede resultar claro que, este fondo,
no logre mayormente regenerar una buena disposición para las controversias y
respirar, por ende, un aire distinto,
menos rancio, para romper con hábitos
mecánicos en vez de seguir estableciéndolos (sol en Cáncer) y/o en su defecto,
alimentándolos (luna en exilio).
Texto (inédito): Natalia Martyn
Ilustración
(fragmento inédito): Marina Pérez / www.marinaperez.com.ar
Especial para Los
Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos
Primera y segunda parte
de la carta natal argentina se puede leer acá:
https://losverdessonlosverdes.blogspot.com/2021/08/cara-natal-de-la-republica-argentina.html
https://losverdessonlosverdes.blogspot.com/2021/09/el-solperteneciente-al-primer-signo-del.html