miércoles, 12 de junio de 2019

RECORDANDO LAS ÚLTIMAS IMÁGENES DE AQUEL NAUFRAGIO // Reportaje a una de sus protagonistas: Noemí Frenkel


   A Noemí Frenkel , Verde Honoraria, la conocemos casi tod@s por sus ininterrumpidas actuaciones -a lo largo de las décadas- en cine, teatro y televisión. También es autora, directora y productora de teatro. Ganó dos veces el anhelado Martín Fierro y una vez el Cóndor de Plata, como mejor actriz, en ese peliculón  que fue y sigue siendo "Últimas imágenes del naufragio".  Aquí nos detendremos hoy e intentaremos desmenuzar junto a ella sus vivencias durante el rodaje, explorar anécdotas desconocidas, además de rendirle un merecido homenaje a esos cuatro seres extraordinarios que también participaron  en este film memorable (su director: Eliseo Subiela; su actor protagónico: Lorenzo Quinteros; Pablo Brichta y el secundario màs protagónico de todos los tiempos: Hugo Soto) y que hoy ya no están entre nosotros.


*Se dijo que “ Últimas imágenes del naufragio”, rodada en el medio de la crisis hiperinflacionaria del 89, fue la metáfora más acertada del hundimiento de la sociedad argentina de aquella época. ¿Como imaginás una película de esas características en este presente tan turbio y difícil? ¿hay alguna película actual, nacional o extranjera, con la que relaciones ''Últimas imágenes…''?

Noemí: Si, creo que fue acertado como representaba ese momento de hundimiento del estado de bienestar, o de los últimos estertores de un estado de bienestar y todo lo que pasó con el neoliberalismo en la Argentina de la década del 90. Fue muy profética esa visión de naufragio. No tengo presente una película argentina que represente lo que está pasando ahora, pero al escuchar tu pregunta recordé la de los hermanos Dardenne, “Dos días y una noche”,  en la que actúa Marion Cotillard: ella es una trabajadora declarada prescindible a raíz de una crisis depresiva y entonces, durante un fin de semana, visita a cada uno de los compañeros en donde tiene que conseguir, luego de una votación sindical, que ellos sumen sus votos para que la reincorporen al trabajo, pero a cambio de perder un bono, o una compensación para que ella conserve su puesto. Recuerdo esa película, que es muy cruda, y que refleja este momento del mundo de los trabajadores, de la sociedad, este momento del individualismo y el miedo a perder el trabajo.

*¿Cual fue tu escena o tus escenas preferidas y cuál fue o cuales fueron las más complicadas en "Últimas imágenes del naufragio"?

Noemí: A mi la película me encanta, así que tengo un montón de escenas favoritas. Me gusta mucho la escena en la que converso en la iglesia con Jesucristo, le pone una nota trascendental. Me encanta la primera escena del restaurante, con Lorenzo, en donde los personajes se conocen, y también esa larga escena donde Lorenzo Quinteros va de visita un domingo, charla con cada hermano, comen los ravioles y después terminan todos bailando tango; luego aparece el personaje de Pablo Brichta que ganó en las carreras…adoro esa secuencia. Y la más difícil...tal vez es cuando ella lo va a buscar indignada a la pensión, y termina meando arriba de la máquina de escribir. Fue una escena que me costó mucho por el grado de indignación y de furia que traía el personaje. Fue una de las primeras escenas que tuve que filmar y sentía un gran desafío al tener que encontrar la medida de la indignación, de la impotencia, las ganas de demostrarle al personaje de Roberto que ella era un ser humano, y no un personaje de ficción. Era una escena que tenía un contenido con muchas aristas y recuerdo que me costó bastante hacerla.

* ¿En qué lugar del Conurbano Bonaerense fue filmada? ¿volviste a ir alguna vez a ese lugar?

Noemí: Filmamos en una zona del partido de Quilmes, en un campo, era un lugar increíble, parecía que estábamos perdidos en el medio de la nada, estuvimos mucho tiempo filmando en esa zona, también ahí, en la costa, frente al río, donde  sucede la escena de la cama en el agua. Era una zona que yo no conocía en aquel entonces y a la que nunca volví.

* ¿Qué recuerdos, anécdotas, sensaciones/emociones te quedan y te despiertan Eliseo Subiela, Pablo Brichta, Hugo Soto y Lorenzo Quinteros?

Noemí: Para mí es un recuerdo entrañable la película, entrañable Eliseo Subiela, su ternura como persona, como escritor, como artista, su templanza durante el rodaje.  Recuerdo que le encantaba ir a comer a la costanera, siempre hacíamos grandes cenas con larguísimas sobremesas hasta la madrugada en un restaurante al que nos invitaba. Recuerdo también cuando filmábamos en los subtes, allí teníamos que filmar en los horarios nocturnos, cuando estaba cerrado el servicio, y a veces terminábamos a las cinco de la mañana, y luego nos íbamos a cenar -casi al amanecer- a Pepito, en Montevideo y Corrientes. Habíamos armado como una especie de familia sui generis y siempre se armaban cenas y situaciones muy divertidas. Con Lorenzo yo compartí no solamente el rodaje, sino que además tomé algún curso con él, también hicimos teatro juntos, lo admiré y lo quise muchísimo, fue una persona muy importante en mi vida. Y con Hugo tuvimos una gran complicidad, él era un tipo muy original, muy ocurrente, muy divertido, con una mirada muy aguda. Con cada uno de ellos tuve una relación muy profunda, de mucho cariño, también con Pablo Brichta. Estuvimos como cuatro meses filmando, en primavera, y muchas veces teníamos que interrumpir el rodaje porque se largaba a llover y nos teníamos que meter en los autos esperando a que pare. Recuerdo a Eliseo soportando esas inclemencias y toda la pérdida de tiempo, de energía, de dinero en ese rodaje tan difícil, ya que el ochenta por ciento de las locaciones era en exteriores…pero también recuerdo que nos divertimos mucho.


                                                                                                        Nicolàs Garcìa Sàez