Escribí,
escribí, escribí...no se escribe con los oídos llenos de ruido, del ruido que hace
la interferencia entre dos campos. Las palabras que salen del ruido son como
canastos, de esos insectos que mudan, y a poco quedan huecas...ni para
masticar. Escribir es más como agua, fluye, siempre está viva, siempre ahí para
ser bebida, no caduca. ¿Qué se puede decir que no sea caduco de antemano, de
una farsa tal, con tal grado de artificio, de control? Nada que fluya ahí...nada
fluido. O si. Que me encuentro con mi cuerpo y lo reafirmo como mi templo, mi
territorio inexpugnable, que mi ser mamífero, antes que cualquier otra intelectualización,
mi ser hecho para la plenitud de la vida, rebosa. Y que a toda la parafernalia
de control y a los paraísos artificiales que se quieran imponer como ¨el orden
mundial¨ hay una sola forma de darle combate: volver los pies al suelo, el alma
al cuerpo y el cuerpo al abrazo. Dimensión humana. Todo lo demás: fuck off
* Lía Ferenese
* Intérprete y
referente de la música experimental y contemporánea en Argentina y en México. Actriz,
dramaturga, directora de teatro, licenciada en filosofía, docente, artista plástica y coordinadora del
grupo de meditación ¨Mantrando¨.
Especial para
Los Verdes Paralelos y los Verdes Platónicos
Ilustración: Marina Pérez ( www.marinaperez.com.ar )