En estos días, sin poder salir de casa por el virus que habita el mundo, decidí enfrentar mis miedos y estrenar mi libreta con más amplitud de formato, a ver si con cada trazo puedo salir de este encierro, a ver si inventando mundos ilustrados las horas pasan abrigando el alma.
Empecé a rescatar todos los bolígrafos de colores que tenía guardados, recibí otros de mis hijos, como préstamo, y abrí una caja de marcadores pincel que me habían dado de regalo meses atrás.
Así como el miedo de enfrentarse al papel en blanco, así está un poco la vida por estos días inciertos. Seguir es lo importante, rayar, emocionarse, soñar que con cada trazo se sana el planeta, soñar que los artistas podremos reinventarnos, seguir soñando…
* Desde Quito, Ecuador. Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos