sábado, 14 de noviembre de 2020

El mejor descubrimiento

 

El mejor descubrimiento aconteció cuando supe que podía salirme de mí, cuando vi que “mi” historia era tan irreal como todas las historias que andan contando por ahí. Pude ver que una historia crea esa historia en cada instante,  que cada palabra construye un mundo dentro del cerebro y que ella se hace cuerpo, carne, tejido, órgano, piel, sensación, mirada y vida...

Pude reír y entender

No necesito una historia penosa que justifique ninguna mediocridad. Ni una situación política o mundial que defina para mí un rumbo. No quiero ni debo pertenecer al pensamiento de nadie. Puedo elegir el juego que quiero jugar y ese juego se crea. Puedo sentir aquello que deseo sentir y ese sentimiento nace. Puedo imaginar ilimitadamente y lo fantástico surge:

Éxtasis, maravilla, fuerza, gozo, aventura.

Sintonizar con palabras mejores y más bellas que aquellas que me ofrece esa horda de borregos desahuciados por su propia falta de visión, o por haber entregado su dignidad a los indignos. Libertad de adentrarse en el vacío sin límites, sin autoridad, sin normas, afrontar el miedo con elegancia y volverlo aliado, sentir el calor del sol, darle la piel rebosante de plenitud, con total entrega…

                                                                                          

                                                                                                                 Aline Meyer

Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos

Imagen: Milagros Peñaloza