Nuevos modos de percibir el mundo, el escenario social donde cada uno se articula como miembro de ese tejido y de esas fuerzas productivas que soportamos. Navegar de un modo sincrónico y diacrónico para que la dirección del compromiso se produzca - más que en la producción industrial y material - en la producción de la subjetividad, con todo lo que sea necesario desandar para crear. De este modo estaremos errando un poco menos el camino.
El territorio, que no es el mapa, como menciona Bateson, podría volverse pregunta y creación, un espacio que nos emancipe, que nos abra el espíritu y nos permita salir de la colonización mediática, de la que muchas veces hacemos servidumbre. Así podremos, sin más, ver cuan humanos y mortales somos.
La tele no es compañía, nada tenemos si no apostamos y confiamos en otro ser, si no apostamos al abrazo y a un discurso compartido, construido, posibilidad solo viable más allá del empuje tanático de nuestra época.
Solo desde el Amor el lazo hará de estos tiempos una posibilidad de construcción y cambio, con otros, solo con otros, en una red cotidiana, en el día a día, con cada historia y cada mundo. Solo con el pan en la mesa compartido y la palabra amalgamada haremos un caleidoscopio de emociones donde estaremos tan vivos y tan despiertos para hacer de un Mundo Nuevo una posibilidad.
Ilustración y texto: Marina Pérez
Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos
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