martes, 22 de marzo de 2022

Rusia, Ucrania y el individuo soberano

“No vemos las cosas como son sino como nosotros somos”.

Un nuevo conflicto bélico, ¿de qué lado estás?

Podría decir, para espanto de muchos, que de ningún lado. Vivimos un momento de la historia en el que nos toca abrir la mente, no necesitamos líderes que nos digan/adoctrinen/ordenen cómo debemos pensar, actuar y vivir. Está en la propia naturaleza del ser humano el respeto y la conservación de la vida.

Si buscamos paz, dejemos las armas, abandonemos la idea de situarnos a un lado o al otro como si se tratara de un partido de fútbol. No alimentemos a ese monstruo. La vida es un juego de atención. Donde está la atención va la energía y en eso nos convertimos. Todo es creación en continua manifestación. El Universo es vibratorio y la vibración ordena la materia.

El 24 de febrero el presidente ucraniano, Zelenski, declaró el servicio militar obligatorio para todos los hombres en el rango etario de 18 a 60, quienes se nieguen podrían enfrentar penas de prisión de 3 a 5 años. En Rusia los hombres de 18 a 27 años en buen estado de salud deben completar el servicio militar. En algunos países como España, no se les da asilo a los ucranianos que huyen del reclutamiento. Sin embargo, la objeción de conciencia es un derecho humano fundamental.

En la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la libertad de conciencia está expresamente protegida en el artículo 18, y en el Pacto de San José de Costa Rica en los artículos 12 y 13.1. Todo esto garantiza el derecho a formar nuestro propio juicio y actuar en consecuencia, sin interferencia del Estado o de los demás. Esto brinda la posibilidad de adecuar el comportamiento a las convicciones más íntimas, en el ámbito de la ética, la moral, las creencias y la religión. Se trata de ser fiel a uno mismo.

No es fácil, tanto en Rusia como en Ucrania están persiguiendo y procesando a los objetores de conciencia, acusándolos de alta traición.

War Resisters´International (WRI) es una red global de organizaciones, grupos e individuos antimilitarsitas y pacifistas, trabajando por un mundo sin guerra, cuya declaración fundamental de 1921 dice:

“La guerra es un crimen contra la humanidad. Por lo tanto, estoy decidido a no apoyar ningún tipo de guerra y luchar por la eliminación de todas las causas…”.

En internet se puede consultar la Guía del Sistema Internacional de Derechos Humanos para Objetores de Conciencia (http://co-guide.org).

La Oficina Europea para la Objeción de Conciencia ha expresado su respeto y solidaridad con todos los valerosos objetores y activistas contra la guerra.

Podríamos pensar que somos más numerosos que la elite dominante, esa que maneja los hilos y no conoce fronteras, me atrevería a decir que somos más pero no tantos, no olvidemos que la humanidad está compuesta por un gran rebaño sumido en una hipnosis colectiva. Hay que darles tiempo. Mientras tanto, desde nuestro lugar nos empoderamos y tomamos los derechos que nos pertenecen solo por el hecho de haber nacido. No necesitamos pedir permiso. Si quieren pelear que lo hagan los gobernantes, que suban a un cuadrilátero de boxeo. Pensando en un ring, viene a mi mente el gran combate de Muhammad Alí y la objeción de conciencia, convirtiéndolo en un ícono por la paz y los derechos civiles.

El amor es el principal ingrediente de todo cambio.

Es tiempo de despertar al individuo soberano.

 

Texto (inédito): Laura Chiavetta

Ilustración (inédita): Irupé Roch

Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos