No es un pájaro, tampoco
es Superman, es un avión hidratante piloteado con urgencia para poder contener
algo que, durante días y semanas, parece incontenible y suma entre los pobladores y las pobladoras una inmensa
tensión.
La secuencia es
sencilla, se ve a un avión (luego de cargar hectolitros en los
lagos aledaños) yendo hacia sus objetivos: los focos de fuego. A continuación se ven las
sierras y las tierras ardiendo, a altas horas de la madrugada, perdiendo flora
y fauna, siendo testigos de lo irrecuperable, con la correspondiente vigilia de
quienes viven en los alrededores, nadie pega un ojo durante esos días. Y luego aparece otra imagen: si uno no
supiera lo que significa, podría tener cierto halo de belleza, pero no es así
porque está nimbada por la acumulación del humo siniestro que, de tanto acopio,
causa esa tonalidad en un cielo y un sol que a esa hora del mediodía deberían
ser infinitamente más puros, más diáfanos.
La secuencia es muy sencilla, la problemática
es mucho más compleja, pero… si damos una vuelta entera a esa paleta pintada
con los colores de la estulticia inconmensurable, nos encontramos con una
solución que, en fin, vuelve a ser muy sencilla: poner el gancho y activar de
una vez por todas la Ley de Humedales. Los incendios, constantes, predecibles,
luego de días y a veces semanas de angustia y desesperación, logran ser
contenidos por los bomberos y la ciudadanía voluntaria a los que se añaden , en el caso de la
provincia mediterránea, la suma, para todo el vasto territorio, de cuatro
aviones hidratantes, dos helicópteros y un avión vigía, saquen ustedes sus
propias conclusiones.
Hoy el delta rosarino
también está ardiendo, lleva semanas consumiéndose bajo miradas turbias,
cómplices o sumisas. La gente se desplaza en el devenir de sus rutinas con
toneladas de intoxicación. Hoy vuelven a arder sectores muy sensibles y
fructíferos de Córdoba. ¿Mañana será nuevamente el Amazonas? ¿Volveremos a rascarnos con parsimonia el ombligo especulando con que aquello supuestamente no nos afecta por pertenecer a horizontes remotos?
Es increíble, a esta
altura de los acontecimientos, tener que seguir repitiendo lo mismo que hace
años, junto a tantos otros y tantas otras, nos venimos cansando (para luego
recuperarnos) de difundir en este mundo del revés en el que, aparentemente, es
mucho más preocupante la reprimenda sobre la letra E o poner la lupa sobre la grieta que divide a la cleptomanía voraz de la
inocencia angelical hasta que se demuestre lo contrario. Damas y caballeros, media pila, por favor, el medioevo ya cumplió su ciclo (hace siglos) vivamos esta era posmoderna con un poco más de nobleza, inteligencia y dignidad. Muchas Gracias.
¡LEY DE HUMEDALES YA!
Colectivo Cultural
Argentino Los Verdes Platónicos y Paralelos
Video y edición
(inéditas): LVP&P