Una Luna Nueva es una semilla, una hoja en blanco que, no sin antes vaciarse, perfila la exclusiva etapa de preparación, de estreno, de apertura, lo novedoso, momento que inaugura intenciones y designa propósitos, que habilita comienzos, el acontecer de hacer algo posible, una luz oculta que empieza a revelarse, audacia que impulsa a correr riesgos, envión…
En lo blando, es la mismísima proporción áurea de todas las cosas, la exquisita armonía que expone la sofisticada belleza de lo simple y los sentimientos que perduran en el tiempo, es el goce y el disfrute. Novilunio que se arrima a paso acrecentado y agudeza mental para procesar la información que nos llega del mundo, allá afuera. Es la capacidad de relacionarnos, de intercambiar, de conectar con lo colectivo y humano, un “sanador herido” religando lo profundo, lo real, lo que subyace debajo de la superficie, el encuentro con el alma y su prodigioso dominio de crearlo y extenderlo todo desde ahí.
Texto (inédito): Natalia Martyn **
*Astróloga / * la luna nueva de abril aparece los días 11 y 12
Foto / luna: Nicolás García Sáez
Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos