sábado, 17 de julio de 2021

De tierra y de mar ardiente

Se escuchaba el ruido constante de una motosierra /  interrumpido de vez en cuando por un helicóptero / rasgando con el filo de la hélice / la espesa, helada neblina.

La fábula quedó suspendida, bajo un temporal humano / con el mutismo de la comunidad salvaje / y sin patrulla en el vacío / la noche se volvió viscosa.

Desgarrados y resilientes desgranaron su piel / curtida de serpiente, en astillas, camufladas sobre el suelo / el resguardo más impiadoso, menos intimidante, para seguir en guardia.

Así, como avanzan las horas sin tregua / la luminaria del día descubre / las heridas abiertas, que laten la tierra.

Cuadros en superficie de la saña devastadora / cíclica y anónima perfección, que el silencio anida / la destreza de la memoria, errática por momentos / se esconde en un olvido, y allí, el germen de alguna historia resiste irreverente (artificio ingenuo de ambiciones ajenas).

Espejo de agua en el desierto / a mar abierto replica la corriente turbia / entre jirones de raíces que abrazan la luz  / llevando un poco de calma a criaturas plateadas / que perdieron el lazo maternal / algún Dios creará la inédita cifra de un porvenir.

                                                                                    

Texto (inédito): Silvia Chaher

Pintura (inédita): Analía Saharrea

Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos