Se escuchaba el ruido
constante de una motosierra / interrumpido
de vez en cuando por un helicóptero / rasgando con el filo de la hélice / la
espesa, helada neblina.
La fábula quedó suspendida, bajo un temporal
humano / con el mutismo de la comunidad salvaje / y sin patrulla en el vacío /
la noche se volvió viscosa.
Desgarrados y resilientes desgranaron su piel
/ curtida de serpiente, en astillas, camufladas sobre el suelo / el resguardo
más impiadoso, menos intimidante, para seguir en guardia.
Así, como avanzan las horas sin tregua / la
luminaria del día descubre / las heridas abiertas, que laten la tierra.
Cuadros en superficie
de la saña devastadora / cíclica y anónima perfección, que el silencio anida /
la destreza de la memoria, errática por momentos / se esconde en un olvido, y
allí, el germen de alguna historia resiste irreverente (artificio ingenuo de
ambiciones ajenas).
Espejo de agua en el
desierto / a mar abierto replica la corriente turbia / entre jirones de raíces que
abrazan la luz / llevando un poco de
calma a criaturas plateadas / que perdieron el lazo maternal / algún Dios creará
la inédita cifra de un porvenir.
Texto (inédito): Silvia
Chaher
Pintura (inédita):
Analía Saharrea
Especial para Los
Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos