Era el último ermitaño y, aún así, nunca se sentía solo. Sus amigos eran
los atardeceres, los amaneceres, el día y la noche. Un brote, una flor, un
árbol. Los colores del cielo, los climas y sus temperaturas. Su mujer era la
luna, su abrigo la luz plateada que de ella emanaba, sus amantes todas las
cosechas que luego traerían las lluvias. Sus padres se encontraban entre el tiempo
y sus hijos entre los que nunca había tenido.
He was the last hermit, and still, he never felt lonely.Dawns, dusks, the night and the day were his friends. A sprout, a flower, a tree. The colors of the sky, the climates and their temperatures. The moon was his woman; his shelter the silver light she emanated. His lovers were all the harvests that would bring about rains. His parents could be found amid time, and his children among the ones he had never had.
Texto/ epifanía: Nicolás García Sáez
Traducción (inédita) al inglés: Lola Hernández
Tapa: M.Rimba / S. Camileri
Especial para Los Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos