Cada tanto, bastante
seguido, la fantasía de renunciar a este trabajo me da fuerzas para seguir un
poco más, me aproximo a ese momento liberador y siento tal alivio, llena de
vida, con mi preciado tiempo, de incalculable valor, ahora casi regalado al
¨sistema educativo¨. Durante esos instantes de ensueño navego en otra frecuencia,
ahí voy, aunque no haya llegado, paciencia… cuento los días, las semanas,
sábados y domingos son celebrados como indispensables para la salud, para mi cordura.
Renunciar, no tener
nada que ver con la fantochada ministerial, la farsa del Ministerio de Educación
y la “ciencia de la pedagogía y didáctica” instalada como una panacea educativa
y moral… ¡que esfuerzo soportar este sistema mentiroso!, la maquinización, la
fragmentación, la interrupción del tiempo, de la atención, de la vida. Alienación
pura. Tan absurdo y ridículo. Es invasión continua a nuestra mente y percepción,
agobio de los sentidos…hasta que
desaparezca nuestra capacidad de pensar, de crear, de contemplar, de sentir, de
movernos incluso, hasta que estemos suficientemente adormecidos para que seamos
totalmente esclavos, obedientes robots.
Sin embargo, pienso… aún
no… todavía tengo que aprender algo más y las circunstancias urgentes me
condicionan. Finalmente agradeceré, mientras lucho cada día. Está mi voluntad
además, la que intenta mediar entre mis deseos y los medios para conseguirlos,
que tantas veces no se le parecen.
También me da fuerza
saber que el colapso es el momento de caída, de desmoronamiento y de cambio. Y
ha llegado, pero se sabe que todo tiene su ritmo, su velocidad, aprenderé en
esa incomodidad, en esa tensión. Y así llegará el cambio de frecuencia, el
alivio, la vida en un sentido más auténtico.
Agobio por un ciclo que
ya se cumple. Renaceré cuando mi trabajo empiece a ir por un camino con
corazón, con verdad, con sentir, Un trabajo vivo, con oficio, con gusto, una
labor íntima, afición, hermosa forma de estar en el mundo, de ser con el
tiempo, de acuerdo a la propia verdad.
Texto e imagen
(inédit@s): Analía Saharrea
Especial para Los
Verdes Paralelos y Los Verdes Platónicos