BUSTOS, SIN PODER ASIMILAR EL
SUCESO, LE CREYÓ A SUS OÍDOS. PERO SU CORAZÓN CONTINUÓ BOMBEANDO SANGRE CALIENTE
ANTE CADA RECUERDO DE ELISITA, QUIEN LE HABÍA HECHO DEGUSTAR COSAS QUE JAMÁS
HABRÍA IMAGINADO.
Te quiero aquí -es esta
cicatriz
entre costillas la que habla-,
aquí, te quiero,
alimentándome el sopor...
Aquí, curvándote en mis manos,
batiéndome en el pecho,
sembrando en mi cerebro porque
sí...
Ya, por favor, aquí...
Pero no hay aquí...
Donde ayer hubo tanto, cabe
menos.
Por momentos, algo más que
nada.
Sábanas, almohadas,
una manta, el cielorraso,
este olor a soledad,
y una tristeza que no puedo
contener...
Tres horas de entresueño
entre temblores y silencio...
Te busco, ojos cerrados, en el
lecho
que desnuda la respuesta que no
quiero...
De a poco, labios besan aire,
manos tocan tela,
olfato que no sabe a que
atenerse...
Gusto a noche entrecortada, a
solas,
y oídos que no escuchan
la palabra que da ganas de
vivir,
como si existiera nada más que
el sol,
el viento, el agua, el dios
amor, o sea: vos,
o sea: nada más que vos,
aquí...
“Noche dos” A.C.B. Agote. Quien se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen, espero. Yo no te eché
Desde Madrid, trigésima segunda entrega. Texto y
ficción (inéditos): Miguel Ángel Solá
Dibujo y diseño (inédito): Nicolás García Sáez
Especial para Los Verdes Platónicos y Los
Verdes Paralelos