Suenan los aplausos y tambores, políticos y científicos
celebran el trigo HB4, un nuevo integrante de los organismos genéticamente
modificados. Vamos a indagar sobre los puntos a favor y en contra de los
alimentos transgénicos.
Si pensamos en los puntos a favor, encontramos que quienes
se paran en esta vereda pregonan sobre la importancia de obtener plantas
resistentes a la sequía y a diferentes enfermedades, especímenes de crecimiento
más rápido, alimentos “medicinales” que se podrían usar como vacunas u otros
medicamentos (esto me hace pensar en el derecho del paciente a rechazar un
tratamiento), entre otros. Desde la visión científica convencional occidental
se trata de un inofensivo “corta y pega” de genes. Se toma un gen, de una
planta o animal, de un rasgo que se desea y se lo inserta en una célula de otra
planta u otro animal que carece de él. ¿Qué podría salir mal?
Para situarnos sobre la otra acera necesitaremos abrir la
mente a un nuevo paradigma y empaparnos de una ciencia que se adelanta, tal
vez, medio siglo. Para lo cual tenemos que repensar cómo funcionamos los seres
vivos, y entender que hay mucho más allá de lo que se ve. Así como la mayor
parte del Universo, aproximadamente 95%, está formada por materia negra o
energía oscura que no llegamos a comprender, nuestro ADN está formado en un
98-99% por material genético no codificante, conocido y bautizado por los
científicos, hace años, como ADN basura (¿la Naturaleza no sabe lo que hace?).
En el 2% restante se encuentran los genes para el jueguito del científico loco
del corta y pega.
El Dr. Peter Gariaev, científico ruso nominado al premio
Nobel de medicina y fallecido en noviembre del año 2020, explicó en una
entrevista sobre el conocimiento más reciente de cómo está codificada la
información. El paradigma normal de la información genética mira el lado
material del código genético, la química, la secuencia de codones y
nucleótidos. Incluso la ingeniería genética, que ha tenido tanto éxito, se
realiza mediante procedimientos químicos o síntesis y recombinación de
secuencias genéticas como la famosa técnica CRISPR para editar genes. Esta ha
sido la perspectiva enfocada en el lado bioquímico o material del genoma, pero
este paradigma está cambiando y está dando paso a un paradigma cada vez más
inmaterial, biofísico, basado en campos y mecánica cuántica de almacenamiento y
transferencia de la información a través del ADN. ¿Por qué la mayor parte de la
ciencia occidental no está enfocada en estos aspectos? Tal vez porque los que
financian son quienes dirigen el barco hacia su conveniencia, y estar sanos no
es rentable para los que venden tratamientos, ¿y los gobiernos qué harían con
mucha gente longeva?
Kaznacheev ha demostrado experimentalmente la comunicación
electromagnética entre cultivos celulares. Por otra parte, en 1985, el Dr.
Gariaev descubre las propiedades holográficas del material genético. El ADN es
un texto que todavía no somos capaces de comprender en su totalidad, el
material no codificante poseería información organizadora y generadora de contexto.
Lo que se sabe es que el ADN está escrito de acuerdo con los principios del
lenguaje humano, por lo tanto, si imaginamos un libro y nos ponemos a cortar y
pegar palabras podríamos afectar al sentido del mismo. ¿Consecuencias? El
tiempo lo dirá.
Texto (inédito): Laura Chiavetta
Foto (inédita): Nicolás García Sáez
Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos