ES INCONVENIENTE RELATAR LAS
PRÁCTICAS AMATORIAS CONSTANTES A LAS QUE LA JOVEN SOMETÍA A NUESTRO AMIGO –NADA
QUE NO HAYAN PRACTICADO CIENTOS DE MILLONES DE SERES EN ESTE MUNDO ANTES-, EN
ESTOS FOLIOS DEBIDO A QUE PUEDEN CAER ESTOS ESCRITOS EN MANOS DE MENORES Y ES
CONVENIENTE PRESERVAR SU INOCENCIA HASTA EL MOMENTO EN QUE PUEDAN PRESCINDIR DE
ELLA, PERO CRÉANME QUE ERA DEMASIADO Y EN OCASIONES DEMASIADOS PARA UN SOLO
COLCHÓN. PERO, AÚN VIÉNDOSE CAER EN EL VACÍO, BUSTOS SE ENAMORÓ PERDIDAMENTE DE
ELLA, SEGÚN ELLA.
Un regusto a noche
entrecortada.
Oídos que no escuchan la palabra
que da ganas de vivir.
Donde ayer hubo tanto, cabe
menos.
Por momentos, algo más que
nada.
Es esta cicatriz entre
costillas la que habla.
Alimentándome el sopor.
Curvándote en mis manos.
Batiéndome en el pecho.
Jadeándome al oído.
Sembrando en mi cerebro porque
sí.
Sábanas, almohadas,
una manta, el cielorraso...
Y lo que fue. Y lo que no.
Y lo que podría.
Si yo hubiese... Si ella
hubiera...
Naderías, excusas, vil manía de
mis miedos.
Tres horas de entresueño entre
temblores y silencio.
Te busco, ojos cerrados, y esta
cama
desnuda la respuesta que no
quiero.
De a poco: labios besan aire,
manos tocan tela,
olfato que no sabe a que
atenerse...
Y un color soledad, o su vestigio,
me asemeja a otro hombre,
en otra noche, de otro
tiempo...
Y me desvela una vez más.
Y me duerme una vez menos.
“Noche tres sin vos” de A.C.B.
Agote. No sé en qué día vivo
Desde Madrid, trigésima entrega. Texto y ficción (inéditos): Miguel Ángel Solá
Dibujo y diseño (inédito): Nicolás García Sáez
Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos