Tal vez hayas
nadado en pleno invierno y, al salir del agua, en medio del temblor y
del frio, se te ocurrieron un montón de ideas geniales…que luego se escaparon porque faltaba un cuaderno. Tal vez hayas viajado por Catamarca, por Surinam o
por Dubai para contarle tu peregrinaje al mundo, pero entonces no supiste cómo
empezar las crónicas de aquella travesía. Tal vez, durante aquellas restricciones
eternas, quisiste despotricar, hacer catarsis, aliviarte escribiendo, pero solo
te salían memes. Tal vez ahora sientas
el susurro de las musas, su tono suave, y quieras escuchar tu propia voz, tu
propia canción.
¿Y si lo tuyo es ser un comentarista exquisito de la
obra de Felisberto Hernández? ¿Y si tu destino es este presente para comenzar
tu carrera de lectora ávida de todas las relecturas de los clásicos? ¿Te
gustaría imaginar a un Hemingway vegano, a Virginia Woolf y sus protagonistas o
a Ryszard Kapuściński fuera de su zona de confort?
Este invierno, lo han dicho los astros, hay un taller
de escritura para vos.