sábado, 30 de julio de 2022

Vida, obra, sexo y arte de Alberto Carlos Bustos, municipal y pájaro (vigesimoquinta entrega)

 NOTA DEL AUTOR: Vamos a hacer un alto en la tarea ciclópea que significa este puzzle que es la vida de Alberto Carlos Bustos, municipal y pájaro, para dar al lector una idea del humor raro que destilaba el amigo para unificar su “deseo de vivir” en los momentos adversos en los que solían dejarlo atascado sus conflictos amorosos o sus posicionamientos políticos, sociales y/o ideológicos, aunque en Bustos nada fuera demasiado lógico.

 

“Dos millones de peludos y veintiocho millones de pelados”. Especialmente compuesta para orquesta y cantos del futuro inmediato, entre las 09.00 y 09.30 horas, nace esta urbana de reggae con aplicaciones de tarantela y hasta incrustaciones de mambo. Se trataría de una metáfora de ribetes políticos, dedicada por Bustos a la otrora pujante industria del caucho y su más atractivo invento: la sopapa argentina (el desatascador, según los españoles de todas las edades). Al hacer pública la letra y la música de esta canción  -en un desesperado intento por salvaguardar nuestra Soberana Ley de Patentes, en la que la sopapa argentina estaba inscripta como “el mayor tónico-estimulador del crecimiento del pelo”-, Bustos, debió enfrentarse a las represalias de las multinacionales del negocio de la calvicie.

Pelea desigual que mucho ayudaron a volcar en favor de los químicos, peluquines y coiffeures de luxe: Canal 9-Libertad, R., S., R., S. y Grandes Valores, bajo el lema “¡Gatos para el mundo!”.  Ganaron ellos y, una vez más, la Industria Argentina perdió con la sopapa el lugar de lujo que debió ocupar en el concierto de los inventos universales útiles, y acabar degradándose en los menesteres consabidos, lejos de aquella excelencia para la que fue creada”.

Esta canción quizás sea, también, una metáfora para quienes no sepan usar la cabeza.

Antes de cantar esta canción junto a su orquesta “Los Municitantos”, Bustos solía pedir un minuto de silencio en honor al fraude constante cometido contra las invenciones nacionales.

10

20

30

40

50

60 segundos y…

…comenzaba a sonar esta urbana de reggae

Y la gente deliraba.

Eran otros tiempos.

 

VOZ - Este invento ya está aquí,

CORO - Desde hace más de cien años,

VOZ- Destapando, caños cloacas

CORO- Y artefactos sanitarios.

VOZ- Sin embargo, se ha estancado

COROS- Por intereses foráneos

VOZ- Que han logrado que olvidemos

COROS- Para que ha sido inventado.

 

 (ESTRIBILLO)

COROS- Chupa, chupa, la sopapa…

¡Cómo chupa, la sopapa…!

Caspa, mugre y ceborrea

Te la saca para afuera

La sopapa…  pa…pa…pa

 

VOZ- Crea vacío, dilata los poros…

COROS- Estimula el bulbo piloso…

VOZ- Separa el cuero del cráneo…

COROS- Y, en un mes, te crece el pelo.

VOZ- Sin champú, sin crema-enjuague

COROS- Sin loción vigorizante,

VOZ- La sopapa a toda hora,

COROS- Y no hay calvicie que joda.

 

(ESTRIBILLO)

COROS- Chupa, chupa, la sopapa…

¡Cómo chupa, la sopapa…!

Caspa, mugre y ceborrea

Te la saca para afuera

La sopapa…  pa…pa…pa

 

VOZ- En la ducha en la cocina

COROS- En la calle, en la oficina

VOZ- En la plaza o en la esquina

COROS- ¡¡¡“Use Sopapa Argentina”!!!

VOZ- Diez pesos con veinticinco

COROS- Precio más que razonable

VOZ- No es oral, no es inyectable

COROS- Es un masaje especial.

VOZ- Que no te dan en la sauna

COROS- Dulces geishas de Taiwan.

 

(ESTRIBILLO)

 COROS- Chupa chupa, la sopapa

¡Cómo chupa la sopapa…!

Caspa, mugre y ceborrea

Te la saca para afuera

La sopapa…  pa…pa…pa

 

VOZ- Otra sería la historia,

COROS- Si a Sansón, estando en cana,

VOZ- se le hubiera acontecido,

COROS- inventar una sopapa.

VOZ- Pero es invento argentino

COROS- Y apareció con el siglo.

VOZ- Por eso la historia es ésta…

CORO- Una historia que ha dejado

¡Dos millones, de peludos…!

¡Y veintiocho millones de pelados…!

 

 (FINAL A PURO HIMNO NACIONAL Y QUE DIOS Y LA PATRIA NOS LO DEMANDEN)

 

 

“Dos millones de peludos y veintiocho millones de pelados” Letra y Música de Alberto Carlos Bustos. 1980.

 

NOTA DEL AUTOR: Bustos usaba un código secreto de palitos montados uno encima de otros para para poder plasmar su ignorancia en la notación musical. Nunca pudimos -ni mis compañeros de la Típica ni yo- decodificar sus jeroglíficos; pero, siempre surgía la inspiración, y, en este caso, Oscar Righi, y su divertido y excepcional talento, con la precisión inefable de Fabián Luque en ritmos y voces, lograron transformar lo que vaya a saber qué sería en esta urbana de reggae, insólita para la época. A pura intuición, la mayoría de las veces lográbamos hacer coincidir letras con melodías, y éste es uno de los casos más notables. O no.

 

Desde Madrid, vigesimoquinta entrega . Texto y ficción (inéditos): Miguel Ángel Solá

Collage (fragmentos inéditos, a sus 7 y 8 años): Nicolás García Sáez

Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos