-"... Vaya a saber quién y por qué los denunció, si no hacían mal a nadie, al contrario, era gente de trabajo y además se revelaron artistas, y muy buenos, a mi modesto modo de sentir y pensar, ¿no?... La cuestión es que, durante más de cuatro horas, una muchedumbre escuchó sin que volara una mosca; casi religiosamente, los diversos movimientos de esa sucesión de armonías, retumbantes en el pecho, y de ese festejo de la poesía que los municipales habían anunciado casa por casa. Silencio que sólo fue interrumpido por muestras sinceras de alegría y de emoción en forma de aplausos. Pero, a eso de las seis y media de la tarde se desató el infierno. Un montón de policías, y de civiles armados con cachiporras y pistolas, nos arrearon de la peor manera. Entre los municipales estaban sus familiares: niños, ancianos, mujeres embarazadas... No tuvieron la menor compasión. Fue un desastre, un desastre... ¡Prohibían alimentar el espíritu...!. De todos modos, a pesar de los golpes recibidos y de sentirme oveja por el trato inhumano, fue una jornada gloriosa para mí. Cambió mi percepción de la palabra y del sonido, qué se yo... Entendí, pero no con la cabeza, ¿eh?, no... Era algo aquí, no sé... Descubrí que me gustaban más cosas que las que normalmente ocupaban mi atención."-
(Federico Morales. Vecino del Parque Centenario. Para "El filo". Nº 17. Mensuario de circulación gratuita. 1963.)
Blá, blá, blá, blá...
Palabras
Blá, blá, blá, blá...
Palabras
que unen, que acercan,
que cuentan la vida
Blá, blá, blá, bla...
Palabras
Brotan sentimientos
y palabras...
pensamientos con
palabras...
Blá, blá, blá, blá...
Palabras
Huecos aparentes. Pozos neutros.
Velludos bustos blancos...
Más palabras
Blá, blá, blá, blá...
Nuestras palabras.
Simples palabras de contar. De compartir.
Palabras hiladas entre amigos.
Hiladas con casi el hilo mismo de esa araña
que ahora juega a ser albañil de alturas...
¡Como mi padre, madre mía...! ¡Qué vértigo...!
¡Un albañil de andamio! ¡Qué poética de locos!
¡Qué vocación hay que sentir,
para creer que se trabaja
si el abajo es tan abajo, ¿no?!.
Yo sufro vértigos y pienso...
Blá, blá, blá, blá...
Palabras
Desde niños escuchándolas sonar,
Obedeciéndolas o desobedeciéndolas...
Desde niños dependiendo de ellas...
Palabras
Una carta que jamás llegó...
Y esa otra que jamás escribimos...
Blá, blá, blá, blá...
Palabras
Que nos abren el corazón...
Que nos parten la cabeza...
Blá, blá, blá, blá...
Palabras tales como:
Beso
Manos
Cuerpo
Fiebre
Juego
Amores
Huesos
Claro Ritmo
Tiempo
Loco
Dios
Blá, blá, blá, blá...
Palabras
Ustedes, nosotros,
y los que aquí no están,
somos... palabras
Que la vida inventa como quiere,
cuando quiere, porque quiere...
Y que nos vamos prometiendo,
intercambiando, regalando, dando...
haciendo realidad... ¡Da risa, ¿ no...?!.
Blá, blá, blá, blá...
“Palabras”. De Alberto Carlos Bustos. Leída por él mismo en el primer acto público celebrado por los municipales en el Parque Centenario de Buenos Aires. (Ver testimonio anterior)
Desde Madrid, vigesimoprimera entrega . Texto y ficción (inédito): Miguel Ángel Solá
Dibujo y palabras (fragmentos inéditos, a sus 8 años): Nicolás García Sáez
Especial para Los Verdes Platónicos y Los Verdes Paralelos