Vamos a comenzar difundiendo este flyer con una verdad olímpica, algo de lo que se habla poco y nada, o que se comenta subterráneamente, pero que ya es hora de que comience a formar parte de las agendas globales que los plenipotenciarios (pagados con nuestros esfuerzos) casi nunca registran, un ítem (lo llaman así) que para ellos y ellas y elles no va más allá de algún espectáculo de gusto dudoso para justificar tal o cual fecha patria. Dicho esto, es menester señalar que la ingratitud es el pan de cada día, la moneda mundial con la que se les paga a la inmensa mayoría de los trabajadores del Arte y la Cultura , que son, ni más ni menos, los dadores de oxígeno y vida y altura y color, virtudes que brindan a las sociedades cada vez más grises y clonadas entre ellas mismas. Una gran contradicción, dirán los entendidos y las entendidas con un mínimo de sensibilidad, pero esto es así desde que el mundo es mundo. ¿Habrá llegado el momento de cambiar esta injusticia instaurada en el inconsciente colectivo desde el principio de los siglos, e incluso antes? Dicho esto también, ahora sí, tenemos el superlativo agrado de transmitir nuestra admiración por esta obra de teatro que viene superando pandemias, exilios, burocracias e indiferencias de toda índole. ¨Doble o nada¨, la maravillosa creación protagonizada por nuestro querido Verde Platónico Miguel Ángel Solá, junto a la gran actriz Paula Cancio, continúa, y luego de años en cartel (batió records en Buenos Aires, vuelve este verano a Mar del Plata) presentándose en Madrid, allí, dentro de un refugio de frescura en medio del agobiante calor del verano europeo. ¿El motivo de su permanencia? Interpretaciones nobles y excelsas sobre un escenario que cada vez que los recibe agradece semejante despliegue de espontaneidad y talento y, en esa conjunción, la magia, la inmensa magia que provoca una explosión de aplausos que no dudan en ponerse de pie cada vez que sus hacedores afinan la función.