“La tumba de Nur es la
más linda de todas”, dice Nica, amiga de Nur. 
Nica cumplió  6 años hace poco. Nur
partió una semana antes de cumplir los 6, el 23 de enero de 2024. La verdad es
que el lugar de descanso de mi chiquita es muy hermoso. Su pequeño jardín, su
maqam. Nina, su mejor amiga, plantó una lavanda que crece como loca y yo la voy
podando. Cada viernes me llevo un hermoso ramo de lavandas, hojas y flores.
Nino, su mejor amigo, plantó dos romeros y las hijas de Mari, que no conocieron
a Nur,  también quisieron venir y
plantaron dos suculentas, que fueron alimento para hormigas (¿o caracoles?). 
Detrás de la lápida hay
dos arbustos: una lantana y una asclepia, ambas atraen mariposas. El día que
enterramos a Nur, estaba lleno de mariposas. También hay un pequeño rosal de 10
centímetros, que no crece mucho, pero se mantiene. Hay muchos caracoles que fui
dejando, algunas cerámicas que ella hizo, un copal que dejó Paloma, un pequeño
tasbih y una pulserita con su nombre, que hicimos juntas, jugando. El día de su
séptimo cumpleaños (el pasado 29 de enero de 2025), pusimos unos bellísimos
mosaicos, que mandamos a hacer en sus colores preferidos. Las flores combinan
con ellos.
 También llevé una pequeña torta, cantamos muy
suavemente el feliz cumpleaños, pusimos dos de sus canciones preferidas:
Melancholy Hill y Get Lucky. Trabajamos un rato en los mosaicos al sol, que
pelaba, y comimos torta (le dejé un pedacito en la tierra). Cuando volví a casa
(de noche) mis dos gatos, Toti y Chikung , me habían dejado una ofrenda en
medio del living. La ofrenda,  antes de
serlo, sabía volar. Fue la única vez que cazaron un ser con alas, en sus 10 y
11 años de vida.
Texto y foto (inéditos):
Julieta Brotsky
Especial para el taller
de edición
Especial para Los Verdes
Platónicos y Los Verdes Paralelos

