Luego de una reunión top secretísima (de la que apenas se enteraron un puñadito de cófrades) y, establecidas allí y en honrosa constitución las bases de aquel presente que otorgaba ese domingo, ergo, su cuarta tertulia, aquí y ahora nos complace anunciar la quinta: Una de sus autoras cabalga entre las nevadas cercanas y proclama que están envalentonaos, con o gitana inclusiva. Y agrega, muy entre un Quevedo light y un Darwin meticuloso, que este otoño es soberbio y que mayo fue una maravilla de investigación estacional. Y todo parece ser tal cual: la cantidad de actividades son innumerables, eso, damas y caballeros, es ponerse las pilas. Por aquí se lee: ¨clínica de obra¨, ¨homeopatía¨, ¨artes marciales¨, ¨la carretilla¨, ¨menú te conozko de antes y sus delicias conscientes¨, ¨merendola con té medicinal y tostadas de pan casero integral con dulces, aún más caseros, entre los que destacan uno de peras con vino y otro de mandarina con banana y miel ¨. Y luego, ya pipones y contemplando el atardecer, una degustación superlativa de Baileys (casero) de la Pilarica. Antidomingo versión otoño. Se viene la de invierno.
